14 noviembre 2006

Icaro


Icaro


Una imperiosa necesidad
domina tu ser,
es una fuerza extraña
que te posee al amanecer

Quién puede culparte
estando abandonado
por el destino?
Olvidado por tus dioses
en un destierro injusto,
sólo y sin ningún conforte.

Oh desdichado!, has de luchar
en alcanzar la gloria
que jamás podrás abrazar.

El frío del amanecer
hiere tu rostro,
mas no te importa,
has decidido dejar
tu prisión.

Tus tenues esperanzas
dotan de alas a un cuerpo
terrestre, tus simples
ilusiones procuran plumas
a tus débiles sueños.

Una mixtura de
miel y dulzura
mantendrán tus
alas ajustadas
en las alturas.

La hora llega y una brisa
cargada de incertidumbre
eleva tu alma por los cielo.

Sientes la brisa,
crees que vuelas
y Oh Icaro!
que breve será tu vuelo.

Impulsado sin remedio
cambias tu rumbo
y vuelas hacia el sol
sientes una tibieza
que te ha sido negada
y aceleras tu vuelo.

Oh Icaro! que ingenuo eres!
te encuentras en un paradoja,
vuelas hacia lo que deseas
y entre mas te acercas
al calor que anhelas
más tu desgracia fomentas...




-Efraín Valencia