Unicornio
El sonido de mi propia respiración agita mi espíritu, no se cuánto tiempo he permanecido internado en el seno de este bosque... el sol lentamente descendió por el horizonte llevando su luz y calor junto con mis esperanzas a otra parte. Ahora mientras espero que salga la luna busco refugio en el seno de un árbol. El viento aulla como un mal presagio mientras el juego de sombras y niebla inquieta aún mas mi interior.
"¿Hace cuántos años?" - me pregunto, alguna criatura del bosque deja salir un siseo como respuesta... "Si, muchos..." - me digo mientras acerco mis manos a un haz de luz... -"tantas heridas, tantas batallas perdidas..."- el dolor en mi cuerpo me recuerda que no ha sido un sueño, todo es real, incluso aquello que viví cuando mi mente se perdió en un delirio aterrador; pero todo es tan irreal, cada paso, cada imagen en mi mente, se funden en un caleidoscopio de irrealidad, mi identidad se vuelve confusa, en un momento lucho conmigo mismo para no dejar de ser quien soy y al otro me encuentro frente a parte de lo que soy y detesto. El frío de la noche cala hasta mis huesos, la penumbra del bosque hace nido en mi interior...
Deseo renunciar, salir corriendo de este maldito bosque y dejar todo atráz, mas no se cómo hacerlo, me he adentrado tanto en él que mi única esperanza es encontrarte, no atraparte; harto estoy de dislumbrate entre las sombras, de que te acerques y me des esperanzas para desaparecer con la brisa o herirme con tus artes. Detente de una buena vez, ¡déjame ser tu compañero! No deseo robar tu libertad, pero anhelo que la compartas conmigo.
Sin darme cuenta la luna ya ha viajado por la mitad de su sendero tapizado de estrellas, he perdido tanto tiempo...
Tomo una bocanada de aire antes de proseguir en mi viaje, pero éste es una mezcla tan densa que nubla mi vista, está saturado de recuerdos, imágenes, percepciones, ideas, tantas cosas que me hacen perder el equilibrio... me recuerdan los girones de piel que he dejado al buscarte, las lárgimas que derramado al buscarte, al odiarte... Me confundo en la dualidad perpetua que reina en mi mente: bien o mal, amor u odio, seguir o parar, seguir o parar...
He intentado mantener mi alma pura para encontrarte, jamás me hubieras dejado acercarme de no ser así, pero conforme camino el fango y el polvo del camino se abren paso bajo mi ropaje, corrompen aquello por que me he sentido orgulloso, cada vez dejo de ser el hombre que quiero ser y me convierto en todo aquello que no deseo...
He pasado momentos peores, eso no lo niego, pero ahora siento cómo la oscuridad me envuelve, incluso ahora inmerso en lo más profundo de las sombras, escucho tus pasos como un recordatorio de que nada ha sido un sueño, -"¿Por qué juegas así con mis sueños? ¿Por qué si no has de ser parte de mi destino te mantienes tan cerca y tan esquivo?"-
"¿Hace cuántos años?" - me pregunto, alguna criatura del bosque deja salir un siseo como respuesta... "Si, muchos..." - me digo mientras acerco mis manos a un haz de luz... -"tantas heridas, tantas batallas perdidas..."- el dolor en mi cuerpo me recuerda que no ha sido un sueño, todo es real, incluso aquello que viví cuando mi mente se perdió en un delirio aterrador; pero todo es tan irreal, cada paso, cada imagen en mi mente, se funden en un caleidoscopio de irrealidad, mi identidad se vuelve confusa, en un momento lucho conmigo mismo para no dejar de ser quien soy y al otro me encuentro frente a parte de lo que soy y detesto. El frío de la noche cala hasta mis huesos, la penumbra del bosque hace nido en mi interior...
Deseo renunciar, salir corriendo de este maldito bosque y dejar todo atráz, mas no se cómo hacerlo, me he adentrado tanto en él que mi única esperanza es encontrarte, no atraparte; harto estoy de dislumbrate entre las sombras, de que te acerques y me des esperanzas para desaparecer con la brisa o herirme con tus artes. Detente de una buena vez, ¡déjame ser tu compañero! No deseo robar tu libertad, pero anhelo que la compartas conmigo.
Sin darme cuenta la luna ya ha viajado por la mitad de su sendero tapizado de estrellas, he perdido tanto tiempo...
Tomo una bocanada de aire antes de proseguir en mi viaje, pero éste es una mezcla tan densa que nubla mi vista, está saturado de recuerdos, imágenes, percepciones, ideas, tantas cosas que me hacen perder el equilibrio... me recuerdan los girones de piel que he dejado al buscarte, las lárgimas que derramado al buscarte, al odiarte... Me confundo en la dualidad perpetua que reina en mi mente: bien o mal, amor u odio, seguir o parar, seguir o parar...
He intentado mantener mi alma pura para encontrarte, jamás me hubieras dejado acercarme de no ser así, pero conforme camino el fango y el polvo del camino se abren paso bajo mi ropaje, corrompen aquello por que me he sentido orgulloso, cada vez dejo de ser el hombre que quiero ser y me convierto en todo aquello que no deseo...
He pasado momentos peores, eso no lo niego, pero ahora siento cómo la oscuridad me envuelve, incluso ahora inmerso en lo más profundo de las sombras, escucho tus pasos como un recordatorio de que nada ha sido un sueño, -"¿Por qué juegas así con mis sueños? ¿Por qué si no has de ser parte de mi destino te mantienes tan cerca y tan esquivo?"-
-Efraín Valencia
1 comentario:
Que hermoso!!!
Recuerdo que cuando era niña tenía un unicornio color almendra con el que pasaba día tras día... como deseando que algún día se hiciera real, para que me llevara en su lomo como el único y mío!!!
Me hiciste recordar cosas hermosas... Un abrazote desde la provincia de las Flores!
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