Lágrimas
Esa ligera presión que llega a tus ojos
cuando tu corazón explota,
cuando lo intangible e infinito
se materializa a través de tus ojos.
Lágrimas que brotan y ruedan por tu mejilla
testigos de cómo tu alma deja de ser etérea
y encuentra sustento en la materia.
Lágrimas, sentimientos, alegrías y frustraciones,
en un todo y en la nada al mismo tiempo,
imposibles de distinguir, pero tangibles al fin.
Lágrimas, como conjuros que cierran tus heridas,
que muestran dónde aún duele, dónde aún no sanas.
Lágrimas que hoy brotan, que por mucho tiempo
estuvieron secas, y hoy te recuerdan que vives,
que acarician tus mejillas, humedecen el rostro
y te mantienen en la cordura.
¿Qué sería de nosotros sin las lágrimas?
Esa ligera presión que llega a tus ojos
cuando tu corazón explota,
cuando lo intangible e infinito
se materializa a través de tus ojos.
Lágrimas que brotan y ruedan por tu mejilla
testigos de cómo tu alma deja de ser etérea
y encuentra sustento en la materia.
Lágrimas, sentimientos, alegrías y frustraciones,
en un todo y en la nada al mismo tiempo,
imposibles de distinguir, pero tangibles al fin.
Lágrimas, como conjuros que cierran tus heridas,
que muestran dónde aún duele, dónde aún no sanas.
Lágrimas que hoy brotan, que por mucho tiempo
estuvieron secas, y hoy te recuerdan que vives,
que acarician tus mejillas, humedecen el rostro
y te mantienen en la cordura.
¿Qué sería de nosotros sin las lágrimas?
-Efraín Valencia